sábado, 28 de abril de 2012

Superhéroes.

Superhéroes. Todos queremos uno en nuestra ciudad. En Nueva York tenían a Superman y a Spiderman y en Gottam a Batman, pero aquí por mucho que levanto la vista no veo ninguna señal luminosa en el cielo.
Y luego están esos superhéroes que buscas en los ojos de transeúntes esperando que debajo de una camiseta lleven un traje de salvador. Y ansías encontrar a alguien así, alguien que te salve del villano y te bese aunque sea con su máscara puesta. Pero hay veces en las que el Jóker no existe. En las que el Jóker está en el reflejo de un espejo. Y no existe pelirroja que socorrer cuando no quieres ni pedir a gritos una señal en el cielo pues ni el mejor superhéroe sabe a veces que hay superheroínas que necesitan ser salvadas ni que el Jóker esconde tras su sonrisa la más triste mueca de dolor.

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