jueves, 5 de enero de 2012

1.

Paradójas del destino; Buda, Dios o cualquier ser superior me había concedido un don y un lastre. La música. De mis manos conseguía sacar un conjunto de notas y que sonaran medianamente bien y aunque la gente decía que también sabía componer, no saben lo que dicen. De mi imaginación sólo salían frases ridículas que harían llorar a las estatutas. Además, las letras de esas canciones eran mentiras, un montón de absurdas y baratas mentiras, pues, aunque sólo sabía escribir de amor, no lo conocía.
Lo que yo creía que era amor sólo lo conocía por Romeo y otros locos que gritaban la pasión que se desataba en sus corazones a un mundo cruel que no escuchaba nada más que lo querían. Pero no, yo no era capaz de escribir un verso sincero y puro.

Trabajaba en una cafetería-pub en Londres donde también me dejaban practicar con la guitarra y de vez en cuando me dejaban destrozar alguna canción de mis grandes ídolos. Mientras decidía que hacer con mi vida, Society's era el mejor lugar donde podía estar. Hasta una mañana de enero. Mi parte más racional debería haber seguido colocando las mesas y mirar hacia otro lado pero me fue imposible.
Si sólo la mirabas una vez verías una chica normal, guapa, de esa belleza que abunda en Londres, pero si te fijabas bien podrías verla de verdad. Ella tenía el pelo castaño largo y unos ojos enormes que hicieron que me encogiera como un niño. Parecía demasiado nerviosa o estresada para ver que llevaba el jersey torcido y se le veía un hombro. Buscaba con la mirada algo o a alguien hasta que me vio y enarcó una ceja. Vaciló un instante sin saber muy bien si acercarse o no, pero decidida al final sorteó las mesas hasta llegar a mí. Como he dicho, si hubiera hecho caso a mi parte más racional hubiera seguido colocando las mesas y ella quizá habría seguido buscando lo que necesitara. Pero no. Era demasiado tarde. Ella sonrió, nerviosa un segundo, pero al instante siguiente parecía que conociera cada parte de mi mente. Aquella desconocida había conseguido en un minuto lo que seis no habían logrado en dos años, dadme inspiración.

DB

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